Organizar
tu propio negocio
En lo que al
mundo de los negocios se refiere, un buen traductor de hoy en día no sólo debe
ser capaz de utilizar todas estas herramientas tecnológicas con propiedad, sino
que también tiene que saber sacar su propio negocio adelante. Pero este mundo no
es, ni mucho menos, lo que algunos traductores freelance quieren creer cuando piensan que se trata sólo de
traducir, ya que buena parte del éxito de un negocio consiste en saber llevarlo
correctamente. Un traductor por cuenta propia tiene muchas facetas: es su propio jefe y empleados,
director, subdirector, encargado de marketing, supervisor, etc.
Si estás pensando
en montar tu propio negocio, debes tener en cuenta que pasarás gran parte de tu
tiempo haciendo planes, calculando facturas, etc. El problema es que muchas
veces a los traductores se les enseña la teoría sobre cómo gestionar un
negocio, pero nunca acaban llevándolo a la práctica, de modo que cuando tienen
que enfrentarse a la vida real no saben hacerlo. Insistimos en que el éxito de
un determinado negocio viene dado por una correcta organización previa y un
cálculo adecuado del tiempo a emplear, de las inversiones que vamos a tener que realizar y de los beneficios a obtener.
Para ello, es necesario
investigar en Internet y averiguar qué es lo que podemos ofrecer de nuevo o de
especial a nuestros clientes o cómo resultar más atractivos en un mercado
internacional. Una correcta organización debe contar con un soporte tecnológico
adecuado; de hecho, los clientes exigen un conocimiento exhaustivo de las
nuevas tecnologías por parte de los traductores a los que contratan, de modo
que para llegar a la gente es importante contar con una página web, disponible
en distintas lenguas y con una distribución que facilite el acceso de los clientes.
La información personal debe ser clara y estar bien a la vista, en un intento
de ponerte en contacto emocionalmente con el cliente.
Sin embargo, puede
que después de leer todas estas indicaciones, no sepas cómo salir adelante en
la creación de tu propio negocio si ya hay tantos otros traductores
experimentados y con trabajos previos con los que atraer clientes en la red. En
ese caso, no desesperes, ya que lo puedes compensar con un ofrecimiento de
tasas menores por traducción que lo que cobran los traductores más
experimentados, por ejemplo. Y, por supuesto, insiste en el hecho de que es
importante establecer una relación cerrada con los clientes: el cliente que
obtiene un resultado satisfactorio en una traducción, suele repetir con un mismo traductor.
Métete en las
redes sociales y date a conocer entre los demás traductores del sector que
trabajes: el cliente que busca un traductor siempre acude a otro traductor ya
conocido para él para que le recomiende a alguien.
Y ese alguien podrías ser tú.
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